martes, 19 de febrero de 2008

El MILAGRO DE LA CANCION




Como cualquier buena mamá, cuando Karen supo que estaba esperando un bebé, hizo lo que pudo para ayudar a su hijo Michael de tres años a prepararse para una nueva etapa en su vida.-

Supieron que el nuevo bebe iba a ser una niña, y día y noche, Michael le cantaba a su hermanita en el vientre de su madre. El estaba encariñándose con su hermanita aun antes de conocerla. El embarazo de
Karen progresó normalmente. A tiempo empezó su labor de parto, pero una complicación se presento de repente y Karen tuvo horas de labor de parto. Finalmente, después de muchas horas de lucha, la hermanita de Michael nació, pero en muy malas condiciones. La llevaron inmediatamente en una ambulancia a la Unidad de Cuidados Intensivos, sección neonatal del Hospital St.Mary, en Knoxville, Tennessee.-

Los días pasaron y la niña empeoraba. Los pediatras tuvieron que decirle finalmente a los padres las terribles palabras "Hay muy pocas esperanzas, prepárense para lo peor".-

Karen y su esposo contactaron al cementerio local para apartar un lugar para su hijita. Ellos habían creado un cuarto nuevo para su hija y ahora se encontraban haciendo arreglos para un funeral. Sin embargo, Michael, les rogaba a sus padres que le dejaran ver a su hermanita "Quiero cantarle", decía una y otra vez. Estuvieron dos semanas en Terapia Intensiva y parecía que el funeral vendría antes de que acabara la semana.-

Michael siguió insistiendo que quería cantarle a su hermanita, pero le explicaban que no se permitía la entrada de niños a Terapia Intensiva.-

De pronto Karen se decidió, llevaría a Michael a ver a su hermanita, la dejaran o no! Si no veía a su hermanita en ese momento, tal vez no la vería viva nunca.-

Ella le puso un overol inmenso y lo llevo a Terapia Intensiva, Michael parecía una enorme canasta de ropa sucia. Pero la jefa de enfermeras se dio cuenta de que era un niño y se enfureció... "Saquen a ese niño de aquí ahora mismo! No se admiten niños aquí!".-

El carácter fuerte de Karen afloro y, olvidándose de sus lindos modales de dama, que siempre la habían caracterizado, miro con ojos de acero la enfermera, sus labios eran una sola línea y con firmeza dijo: "El no se va hasta que le cante a su hermanita" y levanto a Michael y lo llevo a la cama de su hermanita.-

El miro a la pequeñita, perdiendo la batalla por conservar la vida. Después de un momento empezó a cantar con la voz que le salía del corazón de un niño de tres años. Michael le canto: " Eres mi luz del
sol, mi única luz, tu me haces feliz cuando el cielo es gris...."(conocida canción en inglés " You are my sunshine"- Eres mi rayo de sol).-

Instantáneamente, la bebe pareció responder al estimulo de la voz de Michael, su pulso se empezó a volver normal. "Sigue cantando, Michael" le pedía desesperadamente su mamá con lágrimas en los ojos. Y el niño seguía: "Tu no sabrás nunca, querida, cuanto te amo, por favor no te lleves mi luz del sol..." Al tiempo que Michael cantaba a su hermana, la bebe se movía y su respiración se volvía tan suave como la de un gatito cuando lo acarician.-

"Sigue cantando cariño" le decía su mamá y el continuaba haciéndolo como cuando todavía su hermanita estaba en el vientre de su madre. "La otra noche, querida, cuando dormía, soñé que te abrazaba en mis brazos..."seguía cantando el niño; la hermanita de Michael empezó a relajarse y a
dormir con un sueño reparador que parecía que la mejoraba por segundos."Sigue cantando Michael"... ahora era la voz de la enfermera gruñona que con lágrimas en los ojos no dejaba de pedirle al niño que continuara."Tu eres mi luz del sol, mi única luz del sol, por favor no te lleves mi sol..."

Al día siguiente... el mismísimo día siguiente... la niña estaba en perfectas condiciones para irse a casa.

La revista "Mujer de Hoy" lo llamo "El Milagro de la canción del Hermano". Los doctores le llamaron simplemente un milagro. Karen le llamó "El Milagro del amor de Dios".

La vida es demasiado buena como para desperdiciarla...
Confía en que Dios sabe que estas exactamente donde debes estar.

Cantares 8: 7
Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos.

Jeremías 31:3
Con amor eterno te he amado, por tanto, te prolongué misericordia.

lunes, 18 de febrero de 2008

Descansando en Dios


Autor: Recibido por Email de Mirta-

"Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud." (Lucas 12:29).

Los obstáculos del camino dificultan el transitar por ellos. Entre más dificultades existen, más difícil es avanzar. Sin embargo hay quienes avanzan velozmente a pesar  de los obstáculos y pareciera que no encuentran  ninguna dificultad. Pero la pregunta es ¿Como avanzas tú por las sendas de la vida? ¿Te parece muy difícil transitar por el camino que Dios te puso?

Yo pienso que a veces sí resulta difícil; pero el problema se presenta cuando la dificultad te detiene en tu caminar hacia la meta. La dificultad no debe detenerte, más bien debe alentarte para avanzar más rápido. Pero tú debes preguntarte ¿Cómo puedo hacerlo? El capítulo 12 de San Lucas te da la respuesta, aquí Jesús te dice: No te preocupes, tu vida descansa en las manos de Dios.

Debes recordar siempre que tú vales mucho para Dios, él dio a su único hijo para que tú tuvieras paz, para que tuvieras a quien acudir (Juan 6:68) y para darte vida eterna (Juan 5:24). Dios nos ama y por eso fue que envió a su hijo, por ti y por mí, ¿qué muestra más grande de amor se puede dar?

Dios se preocupa por ti, aunque estés afligido y necesitado, aunque te sientas destruido, aunque pienses que estas solo (Salmos 40:17). Muchas veces nos llegamos a sentir tan mal que nos olvidamos que hay un Dios al que le preocupamos y que no solamente se preocupa de nosotros sino que también tiene cuidado de nosotros, eso es algo que jamás debemos olvidar en cualquier circunstancia en que nos encontremos, pues no estamos solos Cristo prometió estar todos los días de nuestra vida junto a nosotros, aunque las cosas se vean distintas, o parezca que estamos solos.

Él está a tu lado para que deposites tus ansiedades en él (1 Pedro 5:7; Mateo 11:28), y siempre estará contigo, aunque pierdas lo que más amas, aunque no entiendas lo que ocurre, e incluso  aunque a veces no sepas que hacer.
En muchas etapas de nuestras vidas nos enfrentamos con situaciones que no entendemos, pero de todas esas cosas tiene cuidado Dios, ciertamente hay cosas que son difíciles para nosotros que no sabemos que hacer o cómo actuar, la mente nos falla no podemos pensar bien, todo parece que nos sale mal, pareciera que el mundo se nos viene encima y que vamos a ser derrotados y destruidos con facilidad,  pero con Cristo tomándonos de la mano y llevándonos por en medio de cualquier situación, por difícil y adversa que parezca, estaremos seguros en las manos de nuestro Señor, ¡Aleluya!.

Sin importar que necesites, Dios sabe que lo necesitas, y él tiene en su control todas las cosas, y no dejará que nada te dañe (San Lucas 12:30).Pero muchos cristianos caen en  un error, pues dicen: "Dios sabe lo que necesito, así que yo no tengo porque estarle pidiendo, pues él lo sabe todo"; y amen, gloria a Dios, porque él lo sabe todo, pero no es así como debemos hacer, pues en Filipenses 4:6 dice :"... sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.", O sea ciertamente él conoce nuestras necesidades, pero él quiere oír tu voz , quiere que tú te presentes delante de él para pedirle lo que necesitas. Él quiere que tú descanses en él, pues él tiene lo que tú necesitas; él sabe como calmar la tempestad, él puede hacer lo que para ti es imposible (San Lucas 1:37).

Llénate de él todos los días de tu vida, y recuerda que él suplirá todas tus necesidades (Filipenses 4:19), él te dará los anhelos de tu corazón (Salmos 37:4), en él estarás seguro.

La frase "debes confiar en Dios" se usa con mucha frecuencia, y es muy fácil decirla cuando no estas en dificultades; pero cuando te encuentras en esos grandes problemas no basta con decir una frase, allí es cuando debes vivir tu confianza en Dios; allí es donde te das cuenta que la confianza en Dios no es algo que solamente se expresa, sino que debe vivirse para que sea real y eficaz.